domingo, 19 de agosto de 2007

Otros Relatos: 33 Revoluciones por Minuto

Rodney se levantó, con el despertador conectándose a su cadena de radio favorita, en la que sonaba continuamente música de los años ochenta. Aquella época había sido la mejor de su vida en muchos aspectos. Saltó de la cama y se asomó, en calzoncillos, por la ventana del dormitorio; era grande y tenía una puerta que conducía a una terraza en la que se encontraban una tumbona, varias sillas y una mesa redonda de hierro forjado, lacada en blanco.
Los últimos acordes de una pegadiza canción de Madonna(1), fueron desapareciendo bajo la voz del locutor, emperrado en dar datos que a nadie interesaban. Sonaron los primeros tonos de Queen, con un Freddie Mercury todavía en estado de gracia, cantando Who wants to live forever(2). Mientras el café se hacía, orinó y se dio una ducha rápida. Vestido con el albornoz, salió a la terraza. Había un centenar idénticas, dispuestas en filas de a ocho a lo largo de los quince pisos que tenía el edificio. Otro bloque, muy parecido a aquél, se extendía al otro lado de la piscina, tapando lo que en el prospecto de los apartamentos estaba anunciado como "una hermosa vista de las relucientes aguas del Pacífico". Sí. Aquella línea apenas visible tras el cemento, los cristales y las copas de las palmeras, debía de ser una buena muestra de las playas californianas.
Mojó las galletas en el café. Junto al riñón azul que era la piscina, se veían algunas sombrillas y las siluetas de varias bañistas con trajes brillantes. Vacaciones forzosas, lo habían llamado en la empresa. No podía olerle más a despido. Los rasgueos de la guitarra de Knopfler le distrajeron, permitiendo que se calmara. No debía perder el control de aquella manera, no por algo que no podía controlar. Debía reconocer que odiaba no estar al cargo de la situación, pero había mucha gente por encima de él que tenía la última palabra… demasiada. Terminó con el desayuno y dejó la taza y las demás cosas en la pila. Mientras Brothers in arms(3) se desvanecía y Cindy Lauper entraba en escena, con el locutor explicando los hechos que habían tenido lugar en aquellos años, se vistió y salió por la puerta.
Cuando llegó al portal, ya había conseguido sintonizar la emisora en el walkman que llevaba adosado al cinturón. Sonrió al espejo que cubría una de las paredes. Un hombre de mediana edad, con pronunciadas entradas, le devolvió la sonrisa. En el espejo también se reflejaban los cientos de casilleros que formaban los buzones del vecindario, haciendo que parecieran todavía más de los que ya eran. Buscó su ranura, más por saber dónde se encontraba que por esperar encontrar algo en su interior. Así fue. Guardó los anuncios de un par de clubes en el bolsillo de su camisa de flores. Girls just wanna have fun(4) acabó de repente. Comenzaron las noticias locales. Apagó el aparato. No le interesaban demasiado, estaba allí para relajarse y divertirse. Si diversión era lo que querían, él se la daría, aunque los clubes hubieran sustituido a sus añoradas discotecas.
Rodney se dirigió a las instalaciones privadas de aquella torre: un pequeño bar deshabitado, un gimnasio minúsculo que se encontraba todavía más vacío y, por supuesto, la piscina. Una canción, tan distorsionada que le costó reconocerla, resonaba por megafonía. Sólo cuando se acomodó en las tumbonas, mirando a las bañistas que tomaban el sol, pudo reconocerla. Una versión horrible de Everybody needs somebody to love(5) que haría que Jake se revolviera en su tumba. Se puso los cascos de nuevo y encendió el walkman. La voz del comentarista hablaba del incendio que se había declarado casi una semana antes en Santa Mónica y de cómo no habían conseguido controlarlo todavía. No podía importarle menos. Lo que si le importaban eran las chicas que se contoneaban ante sus ojos. La mayor parte de ellas no eran más que niñas y el resto… Florida habría sido un lugar mucho más apropiado para ellas.
Habló K-Billy. Su voz era pesada, rápida, siempre llena de datos irrelevantes acerca de asuntos todavía más irrelevantes. Lo hacía así desde hacía casi quince años. Rodney llevaba sin escucharle diez, debido a un poco afortunado comentario sobre el disco Kaya(6) de Marley. Oía la música, ésa era la parte que importaba, e ignoraba lo que decía. Música de los ochenta, con alguna semana de los setenta intercalada de cuando en cuando. Aquella vez no pudo hacerlo. Las palabras Walker y cancelación resonaban con demasiada fuerza a través de sus auriculares de esponja. Sonó una sintonía que no había escuchado antes. Junto con la música, anunciaban el horario de emisión del nuevo programa, el que iba a dejar al de K-Billy fuera de antena.
Rodney se puso en pie y, a grandes zancadas, regresó al largo pasillo que era la entrada al complejo de apartamentos, pensando en dónde la había dejado. Sí… en el cajón de la mesilla. De todas maneras tenía tiempo y debía subir a buscar algunas otras cosas. En la radio, el anuncio del nuevo programa se desgranó en unas cuantas notas desagradables, hip-hop o alguna de aquellas mierdas modernas. No iba a permitir que todas las cartas que había enviado y que todas las horas dedicadas a K-Billy se fueran al traste. Él les enseñaría lo que era bueno. Sobre todo a esa usurpadora que hacía de estrella de la radio. Esa tal Patrizia Walker… él la enseñaría a andar.
Cogió las llaves del coche, un plano de la zona y la película que había estado viendo en el VHS antes de quedarse dormido. Para los guardias de seguridad guardaba su 9mm en la guantera. Pero para ella… ella recibiría algo muy especial. En el trabajo habían dicho que era demasiado literal, que se tomaba las cosas demasiado a pecho. Sonrió, aquella era su canción…

“I heard you on the wireless back in Fifty Two
Lying awake intent at tuning in on you.
If I was young it didn't stop you coming through.”(7)


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11 comentarios:

Anónimo dijo...

David, creo que este fue el primer relato tuyo que tuve el placer de leer.

dStrangis dijo...

Puede que sí, pero en esta versión he añadido toda la música que escucha Rodney para que la gente se haga una idea.
Por cierto, ¿os resulta familiar K-Billy, el locutor? ¿Alguien había oído hablar de él antes de este relato?

Anónimo dijo...

No,la verdad no. Por lo menos en mi caso.

dStrangis dijo...

Voy a dar tiempo por si da la casualidad de que alguien lo lee :D
y quiere responder. Un par de días.
Pista: es una película.

Anónimo dijo...

Pues si te refieres a la peli de KillBill de Tarantino. Creo que leí tu relato antes de saber algo acerca de auqella cinta.

dStrangis dijo...

Tarantino sí, pero no KillBill. Muuucho antes de eso.

Anónimo dijo...

¿Alguna pista? estoy completamente perdido.

dStrangis dijo...

No más pistas.
Si no sabes, prueba en San Google. Sale.
¿Has visto que ya tengo ISBN?

Anónimo dijo...

Vale, voy a revisar en San Google.
y te felicito por el ISBN, compañero. Antes del fin de semana te mando los comentarios de la novela que me enviaste. Me tardé algunos días, ya que estaba terminando "Al norte de Mongolia", la cual creo que de aquí a mañana, le estaré dando las pinceladas finales.
Un abrazo y felicitaciones.

Anónimo dijo...

La tengo: "Reservoir Dogs" de nuestro amigo Quentin.

dStrangis dijo...

Bingo.
El DJ que habla en la radio al principio.