miércoles, 6 de junio de 2007

Declaración de principios

He estado dándole vueltas durante toda la tarde a escribir o no un articulín sobre Urnas de Jade, Drashur y todo lo que rodea a esta historia en la que me embarqué hace tantos años y de la que todavía no veo el fin. Es obvio, que al final decidí que sí, que lo escribiría.

Como digo al principio de Leyendas, las historias no empiezan ni acaban. Al menos no lo hace ésta. Las historias se entrelazan unas con otras y donde una acaba, otra bien puede continuar, como las ramas de un árbol, aunque de una manera todavía más complicada. ¿Recordáis el Multiverso Moorcokiano? Eso no es nada. Las historias pueden trascender dimensiones, pero también lanzarse en todas direcciones dentro de la misma. ¿Habéis tratado de seguir la continuidad del Universo Marvel de forma lineal? Imposible. Ni aunque la respetaran infinitas veces más de lo que lo hacen.

Pero no os preocupéis. Urnas de Jade: Leyendas, empieza y termina, al menos la trama principal. De su éxito dependerá que se publiquen más partes (Raúl no va a perder dinero y yo no voy a hacer que Raúl pierda dinero, eso lo tengo muy claro)... ya sé que es un punto de vista materialista, pero también refleja la aceptación de la obra. No lo "buena" o lo "mala" que sea, ojo, que eso no tiene nada que ver. Si todo sale bien, Mentiras y Profecías la seguirán. Y sí, los títulos están ahí, igual que las obras. Llevan reposando mucho tiempo en la estantería, a la espera de seguir a su hermana mayor. Y si eso funciona también, pues hay más MUCHO más. El que se aburre es porque le da la gana.

A estas alturas, cuando todavía quedan meses para la publicación de la primera parte y nadie sabe qué pasará con el resto, ya sé que sucederá después (y lo que sucedió antes) con el mundo de Drashur. Al final del tercer volumen, Profecías, quedan un par de líneas argumentales sueltas (no todo se arregla de golpe, eso, en el mundo real tampoco pasa). Acabarán por solucionarse, pero no en Urnas, sino más adelante, a lo largo de otra historia. La trama general y muchas de las secundarias sí, pero otras no. Ahí está la gracia del asunto. Incluso hay detalles que enlazan con historias que yo no cuento y que algún día saldrán a la luz, ¿verdad Álex?

Porque los personajes, una vez terminado el libro no se quedan en su casa y el mundo sigue girando a su alrededor como ya giraba antes de que nacieran o se vieran mezclados en ninguna aventura. No sé de nadie al que le haya pasado eso. Y menos aún a un mundo al que le haya sucedido. La Historia (con H gorda, pero gorda de verdad) continúa con los mismos protagonistas u otros diferentes. Se acaben o no las páginas del libro.

Así, si todo va bien, extraordinariamente bien mejor dicho, podréis leer que sucede con los hijos de los protagonistas, pero también lo que les pasó a sus padres y aquello que le sucedió a Falstaff para que le mandaran a Cexall a pasar una buena temporada (y que, por cierto, no cuento en Urnas pero lleva años escrito). También lo que les pasó a algunos de los secundarios para llegar a dónde se encuentran, que es en lo que estoy trabajando ahora mismo.

Y aunque todo vaya muy mal y acabamos en desastre (crucemos los dedos para que no), yo seguiré escribiéndolo. Hace demasiado que me convertí en el Cronista de Drashur y acabar con los viejos hábitos es difícil.

No te pasas casi una década observando un Universo para luego olvidarte de él.
Al menos yo no.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

si es que la novela que uno escribe puede obsesionar tanto como una mujer... por fin he puesto Crónicas de Drashur como link en mi bitácora: ya que nuestros proyectos son de nuevo paralelos...

Alex dijo...

Pues sí. Hay unos personajes que son tranversales en ciertas historias. Y te cogí prestado uno y tu más adelante me "robaste" tres. Pero mola.

dStrangis dijo...

Gracias a los dos por responder. Sí, me apropié de esos tres, ¿qué pasa? Pero no sólo es eso, sino todo lo que tiene que ver con "los Guardianes" y las otras referencias cruzadas a "aquello que sucedió en tal número de esa colección o en tal libro que no puedo mencionar porque es de otra editorial".
Y luego lo de tu nueva novela, que roza de nuevo a "los Guardianes" en otra de sus tramas...
El Multiverso no es nada comparado con eso.

Anónimo dijo...

David, eres el Dios de tu propio universo, y por esa razón las aventuras en Drashur jamás terminaran. Creo que después de tantos años de trabajo, aún hay mucha tela de donde cortar.

dStrangis dijo...

Una poca.
Tanto como el dios... me conformo con ser el cronista. No siempre pasa lo que yo quiero que pase y tengo un par de personajes que, sinceramente, hacen lo que les viene en gana. :D

Anónimo dijo...

Pues yo voy a jugar de abogado del diablo y a pensar en el Tlön de Borges (y todo esto, sin haber leído la historia, sólo estos datos sueltos que cuelgas por aquí; creo que me iré al comienzo de la bitácora y empezaré a leer por el principio, porque no me entero...) Cuando las historias se hacen monstruos y se alimentan y retroalimentan... no se acaban nunca. Y eso es magnífico, increíble, demencial... hasta que te cansas.
Que llegues a buen puerto y no se te quede encallado el barco; ése es mi deseo.
Y una historia obsesiona siempre MÁS que una mujer. Porque ahí dentro construimos a las que queremos, a las que deseamos, a las que imaginamos, y también nos hacemos a nosotros mismos. Y vivimos lo que no nos pasa, que siempre es mucho más interesante que lo que nos pasa.

Un saludo. Suerte en Timun.